El barco de Atlético navega aguas tranquilas en el mar del torneo local. En su horizonte no aparecen ni tsunamis ni rápidos que se deban domar. Los hinchas lo saben. Por eso se tomaron relajados el partido contra Banfield.
La cabeza está puesta en otro lado. Más precisamente, en la brava parada que deben enfrentar en cinco días. Los hinchas, acostumbrados a las recientes “hazañas” del “Decano”, se animan a soñar. “Casi nadie creía que íbamos a ganar en Ecuador, y ganamos. Yo sí me animo a creer que en Brasil podemos dar un batacazo”, apostó Julio Quintana, en el hall de acceso a los distintos sectores de las plateas del “Monumental”.
Si Atlético le gana por dos goles a Palmeiras -juegan desde las 21.45 del miércoles- se habrá metido a los octavos de final de la Copa Libertadores. Incluso puede llegar a esta instancia aunque sólo gane por la mínima; pero para ello, Peñarol debe derrotar a los bolivianos de Jorge Wilstermann.
“Vamos de punto. Todo el mundo nos da por perdidos; o sea que si perdemos no pasa nada, sería ‘lógico’. Pero justamente eso nos puede favorecer. Con esa tranquilidad hay que jugar, y así vamos a ganar. Y el ‘Deca’ seguirá haciendo historia”, indicó Juan María Silva.
Si esto ocurriera, el “Decano” literalmente se metería en la historia: en los casi 103 años de vida de Palmeiras, este sólo perdió ocho veces como local, contra equipos argentinos -jugó 47 partidos, por torneos o amistosos oficiales, ganó 30 y empató nueve-.
“Uno espera el milagro. ¿Por qué no? Este equipo nos acostumbró a eso. Hace un par de años y medio quedábamos afuera de los ascensos a Primera. Una derrota con Palmeiras no cambia el presente que tenemos... pero, ¿y si ganamos?”, se preguntaba, retóricamente, Francisco Miguel.
No era el único que consideraba que una eventual derrota no modificaría el humor que está viviendo el hincha “decano” desde noviembre de 2015 cuando accedió a Primera por segunda vez. A partir de allí enumera: hizo un campañón en aquel campeonato, que lo ratificó en esa categoría y que le permitió jugar el repechaje de la Libertadores; se clasificó en forma “cinematográfica” para la fase de grupos del más importante torneo continental; se garantizó la permanencia en la máxima categoría, por al menos un año más; ante el peor escenario en el futuro cercano, logró acceder a la Copa Sudamericana de este año. Sobre esa base se cimenta la esperanza de los fanáticos “decanos”. “Ya que estamos soñando lo hagamos realidad: vamos por la gloria”, pedía ayer una bandera. ¿Por qué no?